El cambio de prótesis de senos es una de las dudas más habituales entre las pacientes que van a someterse por primera vez a una mamoplastia. Si bien antes se establecía entre ocho y diez años como la media de vida de un implante mamario, lo cierto es que a día de hoy no se puede establecer un límite de tiempo determinado para definir un cambio de próstesis de senos. A no ser que se den una serie de circunstancias específicas esta decisión no está sujeta a una fecha concreta.
Hay que partir de una realidad y es que las prótesis de mama son dispositivos artificiales que con el tiempo se pueden deteriorar a la par que la forma de los senos va evolucionando, lo que puede hacer recomendable un reemplazo.
¿Qué factores pueden influir en un cambio de prótesis de senos?
El tiempo es el principal factor para decantarse por esta operación. Cuanto más años pasen con el implante puesto más riesgo de rotura hay y de difusión del gel.
Otro elemento a tener en cuenta es el tipo de prótesis que se haya escogido, la cirugía empleada y la actividad física que soporte.
Daños reiterados o una compresión repetitiva del implante contra la pared torácica pueden repercutir en la vida del implante.
A día de hoy se ha evolucionado mucho en la fabricación de prótesis de mama, que son más seguras y resistentes, por eso estimar una serie de años para la reposición no tiene sentido. Lo que sí es importante es realizar las revisiones periódicas que nos indique nuestro cirujano plástico, porque de este modo se puede detectar cualquier problema y establecer sin riesgos un cambio de implante de senos dentro de la
En qué casos sí es necesario reemplazar las prótesis
Existen una serie de situaciones en las que sí será necesario realizar ese cambio.
Rotura de prótesis
Actualmente los casos de roturas de implantes son escasos. No obstante, actualmente se ha establecido un seguro que permite a la paciente obtener un implante de mama nuevo en el caso de que se produjera una rotura espontánea a lo largo de su vida.
Contractura capsular
Esta es una de las posibles complicaciones después de un aumento de mamas con prótesis. Se produce cuando se forma una cápsula alrededor del implante que se comporta como cicatriz, de modo que puede contraerse y comprimirlo. Como consecuencia, la mama se presenta endurecida, aparece dolor, sensibilidad extrema al tacto, arrugas o distorsión en la zona o desplazamiento del implante.
Para abordar este trastorno existen varias opciones. En ocasiones será necesaria una operación para recolocar la prótesis, y en otras se pueden aplicar masajes o incluso ultrasonidos. De igual modo, se puede hacer una pequeña intervención a través de la cual se secciona la cápsula.
Si ninguno de estos métodos funciona se procedería a un cambio de prótesis de mama sustituyéndolas por prótesis revestidas de poliuretano cuyo índice de contractura es prácticamente nulo.
Cambio en la forma de la mama
El paso del tiempo y el envejecimiento provocan que la forma de la mama cambie y es posible que la apariencia del pecho se vea alterada. En estos casos, si la paciente siente que debe volver a someterse a una mamoplastia, puede consultar con el cirujano plástico, para que le recomiende la mejor solución.
Insatisfacción con una cirugía anterior
Si nos sentimos insatisfechas con los resultados de un aumento de pecho de una cirugía previa, también podemos volver a cambiar nuestras prótesis. En estas situaciones debemos explicar claramente la causa de nuestro malestar y tratar de establecer con el cirujano estético qué apariencia queremos darle a nuestro pecho para no volver a sufrir una decepción.
A veces ocurre que nos hemos puesto un tamaño y pasado el tiempo consideramos que es excesivo o lo contrario, pensamos que es pequeño y queremos cambiar. O tal vez hemos usado prótesis redondas y queremos un resultado más natural para lo que nos gustaría sustituirlas por las anatómicas. E incluso si presentamos alguna asimetría las prótesis se pueden cambiar. Las posibilidades son múltiples, por ello es importante tener claro que deseamos y hablar sin tapujos con el experto.
Instituto de Cirugia Plástica y Estética Dr. Eugenio Lalinde, formado por un equipo de Cirujanos Plásticos, Ginecólogos, Ortodoncistas, Implantólogos dentales y especialistas en Estética Dental, te ayudará a conseguir tus objetivos estéticos y funcionales, y a hacer tu vida un poco mejor.
Hace un año me operé del pecho y no me gusta la apariencia que ahora tiene ¿es muy complejo hacer una segunda intervención de mamoplastia?
Antes tendríamos que hacer una evaluación de tu caso particular, pero sí es posible realizar una segunda operación de mamas. Las prótesis se pueden cambiar en cualquier momento, dentro de una coherencia y sentido común. En estas situaciones debemos explicar claramente la causa de nuestro malestar y tratar de establecer con el cirujano estético qué apariencia queremos darle a nuestro pecho para no volver a sufrir una decepción.
A veces ocurre que nos hemos puesto un tamaño y pasado el tiempo consideramos que es excesivo o lo contrario, pensamos que es pequeño y queremos cambiar. O tal vez hemos usado prótesis redondas y queremos un resultado más natural para lo que nos gustaría sustituirlas por las anatómicas. E incluso si presentamos alguna asimetría las prótesis se pueden cambiar. Las posibilidades son múltiples, por ello es importante tener claro que deseamos y hablar sin tapujos con el experto.
¿En qué casos es conveniente volver a someterse a una segunda cirugía de aumento de mamas?
Los casos en los que se suele recomendar una segunda intervención de mamoplastia es si se produce una contractura capsular, una rotura de la prótesis, un cambio en la forma de la mama o por insatisfacción por una cirugía previa. Los dos primeros casos no se suelen dar, sobre todo la rotura de la prótesis. La contractura capsular no tiene que suceder si nos hemos puesto en manos de un buen cirujano plástico, pero sí es un riesgo que se puede correr y que toda paciente debe conocer ante una operación de estas características. El cambio en la forma de la mama por el paso del tiempo puede generar algún cambio en su apariencia que nos genere insatisfacción y decididamos volver a intervenirnos. Lo mismo sucede con el resultado final de una primera operación que nos nos guste, y por ello queramos volver a operarnos. En todos los casos, es factible una nueva segunda mamoplastia cuyas características se definirán en función de cada paciente.