
Cada persona está descontenta o cree que podría mejorar una parte de su cuerpo. La nariz, por su visibilidad en el rostro, es uno de los elementos que más demanda de cirugía estética genera. Una de las fórmulas para atacar problemas como un tabique desviado o una punta que resulta demasiado protuberante es la rinoplastia cerrada. ¿En qué consiste? ¿Cuándo es recomendable hacerse esta operación de rinoplastia? Te explicamos cómo realizamos esta intervención estética en nuestra clínica de cirugía estética y plástica en Madrid.
La SECPRE estima que antes incluso de la pandemia, uno de cada 10.000 españoles se ha sometido a una rinoplastia. Con el teletrabajo, esta preocupación por el aspecto exterior ha mantenido la alta demanda. Es más, según la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello (SECOM CyC), la rinoplastia se mantiene como la cirugía facial más demanda en España.
Qué es una rinoplastia cerrada
La rinoplastia cerrada consiste en esculpir mediante cirugía las estructuras anatómicas del hueso y el cartílago que forman la nariz. Para ello, se reduce o aumenta su tamaño o se modifica su forma, en función de la necesidad de cada paciente.
A diferencia de la intervención abierta, la rinoplastia cerrada exige que las incisiones que se efectúan para ese modelado de la forma de la nariz se hagan desde dentro, al igual que las transformaciones que implique la cirugía. Esto es, la operación se ejecuta desde dentro de los orificios de la nariz.
Ventaja e inconvenientes frente a la abierta
Evidentemente, este proceder supone una serie de ventajas y algunos inconvenientes. Si pensamos en cómo se ejecuta, nos permite acceder de forma fácil y sin rastro para el paciente al dorso nasal y trabajar con mayor fluidez con las gibas, pero al mismo tiempo dificulta otros pasos de una rinoplastia como la colocación de los injertos.
Así pues, las grandes ventajas que presenta esta técnica son:
- Apenas deja cicatriz, y en caso de quedar algo de marca no será visible desde el exterior.
- Es una técnica de cirugía estética rápida.
- Su precio es menor que en el caso de la rinoplastia abierta.
- El postoperatorio resulta menos molesto.
- Los injertos quedan más estabilizados en la estructura de huesos y cartílagos.
Por el contrario, se exige un cirujano muy experimentado en la técnica para conseguir modelar por completo los cartílagos de la punta, el auténtico talón de Aquiles de la rinoplastia cerrada.
¿Cuándo se debe optar por la rinoplastia cerrada?
La elección entre rinoplastia abierta o cerrada la toma el cirujano plástico tras analizar la situación de partida con la nariz y los objetivos que marca el paciente. Se suele recomendar como técnica para operarse la nariz cuando el cirujano puede ver con facilidad la estructura ósea y cartilaginosa a intervenir. Algunas de las correcciones que se pueden hacer utilizando la rinoplastia cerrada son las siguientes:
- Extirpar las gibas nasales
- Levantar la punta de la nariz
- Enderezar curvaturas leves del tabique nasal
- Arreglar asimetrías naturales de las fosas nasales
Con estas intervenciones se puede conseguir la forma deseada para la nariz, sin cicatrices visibles y con resultados duraderos en el tiempo. Eso sí, para ello siempre se han de buscar las manos de cirujanos plásticos con experiencia en este tipo de intervención estética.
¿Cómo se realiza la operación?
El procedimiento de rinoplastia cerrada dura entre una y dos horas, en función del resultado que se quiera conseguir y la situación de partida de la nariz del paciente. Antes de comenzar, el equipo del cirujano procede a limpiar la zona y administra la anestesia, que puede ser general o local.
Con todo dispuesto, el cirujano plástico realiza unas pequeñas y mínimas incisiones dentro de los orificios nasales. A través de ellos, se accede al hueso y al cartílago para proceder a la reformulación de la nueva nariz. Para ello puede necesitar quitar o agregar hueso, cartílago o tejido para conseguir una apariencia natural en la nueva y deseada nariz.
Después de modificar el interior de la estructura de la nariz, los propios tejidos blandos que cubren los cartílagos y los huesos se adaptan de forma natural. Veamos algunos casos de intervenciones concretas que hemos realizado de rinoplastia cerrada en la clínica estética en Madrid.
Remodelar la punta de la nariz
Esta es una de las intervenciones que más nos demandan, ya sea porque el bulbo es muy voluminoso, protuberante o afea el resto de la simetría del rostro. Para esta rinoplastia cerrada, se hacen dos incisiones menores en el interior de los orificios nasales. A partir de ahí, en función de cómo sea la punta de la nariz de partida y de destino, se removerá parte del cartílago o se llevarán los cartílagos alares hacia dentro.
Remodelación de la giba dorsal
Cuando lo que interesa es afinar el perfil y reducir la giba dorsal, se utiliza un osteotomo en la rinoplastia cerrada, una especie de cincel que permite cortar el hueso y las gibas, para posteriormente adaptar y reposicionar los huesos nasales y cerrar el techo que queda abierto. En algunos casos es posible que se requiera hacer una osteotomía, esto es, fracturar algunos huesos para dar la nueva forma a la nariz.
Todas las incisiones se cierran con puntos reabsorbibles que no exigen una revisión para su retirada. Después de cualquier operación de rinoplastia cerrada, el cirujano coloca las tiras de sujeción para ayudar a los tejidos, huesos y cartílagos a recomponerse.
La recuperación en una rinoplastia cerrada: mitos y realidades
Ante una rinoplastia cerrada, las molestias son, por lo general, menores que en las abiertas. No obstante, es normal que durante los primeros días se sienta cierta molestia en la zona intervenida, incomodidad que comienza a remitir en las 72 horas posteriores. La aparición de moratones y cierta inflamación también es parte del proceso de recuperación. Ahora bien, si después de tres o cuatro días el dolor y las molestias no remiten, acude al cirujano para comprobar que todo va como debería.
Del mismo modo, es común que después de la operación aparezcan leves sangrados, que remitirán a medida que la estructura ósea se asiente. Eso sí, lo más importante es que el paciente guarde pleno reposo al menos durante una semana, y no realice actividades físicas en dos semanas.
Si tienes cualquier duda sobre los procedimientos que aplicamos para la rinoplastia en Madrid o cuánto cuesta una rinoplastia en España, consúltanos sin compromiso.

El Doctor Eugenio Lalinde, Premio Extraordinario de Licenciatura en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela, Doctor en Medicina y Cirugía, por la Universidad de Alcala de Henares, y Especialista en Cirugia Plastica Reparadora y Estetica por el sistema MIR con la puntuación mas alta de los Residentes de ese año, es uno de los mejores cirujanos plásticos de Madrid. Poniendo siempre al paciente y su bienestar en el eje central, te ayudará a conseguir tus objetivos estéticos y funcionales con los recursos técnicos más avanzados y un estudio de los casos totalmente personalizado. Porque conocer verdaderamente al paciente y entender su situación es lo que hace poder ayudarle a mejorar su vida.