Cuando una paciente presenta algún tipo de complicación tras haberse sometido a una operación de aumento de pecho suele poseer un alto grado de frustración. Esto es debido a que esta intervención es una de las más gratificantes y de efectos más inmediatos, por lo que su fracaso supone similar desilusión. Por esto, si tomamos la decisión de realizar un aumento de mamas o mamoplastia secundaria deberemos adoptar ciertas medidas, especialmente a la hora de establecer las metas a conseguir. Antes de dar el paso vamos a contarte con detalle todo lo que significa una segunda intervención de estas características.
¿Quién debe someterse a una mamoplastia secundaria?
Las candidatas para someterse a una mamoplastia secundaria suelen presentar alguna de estas características:
- Paciente: insatisfacción con el tamaño o resultado.
- Mama: alteraciones o asimetría del tamaño, forma o posición, atrofia glandular.
- Piel: estiramiento y adelgazamiento de la piel, ptosis o caída, ondas cutáneas y cicatrices evidentes.
- Prótesis: contractura capsular; bordes, ángulos o forma de la prótesis visibles o palpables y posición inadecuada: ascenso, desplazamiento lateral medicalización excesiva y deslizamiento inferior.
- Surco: elevación, descenso, alteraciones, doble surco.
- Complejo Areola – Pezón (CAP): alteraciones de la posición, retracciones.
Las más frecuentes son las provocadas por alteraciones de la cápsula (contractura capsular y laxitud capsular), y por el desplazamiento o ruptura de las prótesis. Los procedimientos más comunes para su tratamiento son la capsulotomia, la capsulectomia, la capsulorrafia y el cambio de prótesis o de su emplazamiento.
Contractura capsular
La contractura capsular es la principal complicación de los implantes de mamas. Ante tal posibilidad nosotros hemos establecido unas pautas de actuación que dependerán, en primer lugar, de la localización de la prótesis y, secundariamente, del tipo de prótesis.
Si ya se encuentran en esta ubicación, la contractura capsular severa no es frecuente y suele localizarse en las áreas interna, externa y, principalmente, en el polo inferior (zona con posición subcutánea de la prótesis). Cuando afecta a este se produce una elevación del surco y el descenso del CAP. Por el contrario, si la contractura se localiza en el polo lateral de la mama la prótesis adquiere una posición medial y se lateraliza el CAP.
Para la prevención y tratamiento de la contractura capsular seguimos las siguientes pautas:
- La inclusión de implantes de mamas lisos exige la realización en los primeros meses de masajes profilácticos. Si los masajes han sido inútiles recomendamos añadir a los mismos ultrasonidos en las áreas de fibrosis y tomar vitamina E entre 800 y 1.200 UI.
- Cuando afecta al polo inferior recomendamos no utilizar sujetador para evitar que la presión del mismo ocasione el cierre inadecuado de la capsula.
- Si esto tampoco fuera suficiente para resolver el endurecimiento proponemos la capsulotomia abierta. Bajo anestesia local -con o sin sedación-, realizamos una pequeña incisión en el surco submamario y mediante endoscopia procedemos a seccionar la capsula de manera que la prótesis vuelva a su lugar.
- En estos casos dejamos un drenaje que nos sirve para evitar el acúmulo de sangre o serosidades y, antes de ser retirado, para inyectar una solución de vitamina E, triancinolona y gentamicina, que inhiben la formación de la cápsula. A esto añadimos vitamina E oral durante tres meses.
- Cuando la cápsula es muy importante (Grado III y IV de Baker) puede ser necesario llevar a cabo una capsulectomia. En la contractura capsular repetida utilizamos las prótesis revestidas de poliuretano cuyo índice de contractura es mínimo.
Rotura del implante
La fuga o ruptura del implante relleno de gel de silicona ha dejado de ser un problema importante desde la aparición en el mercado de las prótesis de gel cohesivo. No obstante, todavía deberemos enfrentarnos durante años con pacientes portadoras de prótesis convencionales de silicona.
En la ruptura intracapsular el diagnóstico es más difícil y suele confirmarse mediante resonancia magnética. Si se trata de una prótesis de suero salino, el diagnóstico es evidente y su corrección solo supone el cambio de la prótesis.
Respecto al polémico tema del cambio de las prótesis, desde nuestro punto de vista es recomendable prevenir la ruptura de las mismas por desgaste de su superficie. Esta es una intervención rápida y sencilla, que puede ser realizada simplemente con anestesia local y no necesita cuidados especiales en el postoperatorio.
Sin embargo, si la prótesis se rompe, su contenido de gel de silicona queda en contacto con la cápsula y esto puede provocar contractura capsular severa e incluso facilitar la ruptura de la misma capsula y la salida del gel de silicona a los tejidos circundantes. En este caso, cuando la membrana de silicona de la prótesis se ha roto el tratamiento será bastante más complejo y consistirá en la retirada de toda la cápsula con su contenido.
Laxitud capsular (‘bottoming out’)
Contrariamente a lo que ocurre en la contractura capsular la formación de una cápsula muy fina provocará la incapacidad de la misma de soportar el peso de la prótesis por lo que ésta tenderá a caer verticalmente y deslizarse lateralmente. La posición baja de la prótesis causa mal posición de la glándula mamaria que presentará exceso de polo inferior, así como el desplazamiento en dirección contraria del CAP, que adquiere una posición excesivamente alta.
Su tratamiento, por otra parte, requiere la realización de una capsulotomia abierta de manera que se cree un área cruenta para proceder, seguidamente, a la capsulorrafia con hilo irreabsorvible de manera que mantenga a la prótesis en la posición correcta.
Sinmastia
Es la pérdida del surco intermamario provocada por el desplazamiento medial de las prótesis, y normalmente se debe a un excesivo despegamiento en la zona esternal a la hora de confeccionar el bolsillo. Para solucionar esta situación recurrimos a la capsulectomia medial abierta seguida de capsulorrafia.
Doble surco (‘double dubble’ o ‘snoopy effect’)
Es una alteración de la forma de la mama provocada por una situación bicompartimental. Esto quiere decir, que la prótesis en posición submuscular marca el surco inferior mientras que la caída de la glándula origina un nuevo surco.
Aunque esto puede ocurrir debido a retracciones cicatriciales a la altura del surco, normalmente aparece en estos casos:
- Pacientes con ptosis moderada o importante que rechazan una mastopexia.
- En los implantes de larga duración por una ptosis posterior de la mama.
- En los casos de embarazo en pacientes con prótesis submusculares y cobertura cutánea fina. En esta última situación, el aumento glandular provoca un exceso de peso que repercutirá sobre la piel que finalmente cede y provoca el doble surco.
Esta alteración también puede surgir en aquellas situaciones en las que exista una disociación entre el diámetro de la prótesis y el de la base de la mama. En estos casos, el primitivo surco o el polo inferior del seno pueden no tener suficiente elasticidad como para acomodarse a la nueva dimensión o arco de una prótesis con excesivo diámetro.
Si existe ptosis deberemos realizar una mastopexia o elevación de mamas, adaptando la cobertura cutánea a las nuevas dimensiones de la mama.
Pérdida de volumen
A veces algunas pacientes no quedan satisfechas con el volumen que han alcanzado sus pechos tras una primera mamoplastia. Algunas desean aumentar el tamaño y otras desean disminuirlo. En el primer caso, habrá que crear un bolsillo protésico mayor, y en el segundo será necesario generar uno nuevo en función de los tejidos que se dispongan.
Recomendaciones para esta cirugía
Como ya hemos indicado al comienzo de esta entrada, una mamoplastia secundaria implica cierto grado de dificultad, pues se trata de una segunda intervención y el proceso es más complejo. Por este motivo, es muy importante que te pongas en manos de un equipo médico con experiencia y cualificado para realizar este tipo de operaciones.
Cómo es la operación secundaria de mamas y su recuperación
La operación dependerá del tipo de problema al que nos enfrentemos y el estado en el que se encuentre la mama, como ya hemos ido comentando. Se debe hacer una evaluación detallada de cada caso y determinar qué es lo más conveniente.
Respecto a la recuperación, es algo también muy relativo, pero el proceso es similar al de una mamoplastia.
¿Existen riesgos?
Como en todas las operaciones quirúrgicas siempre hay unos riesgos de los que informaremos detalladamente antes de la intervención. Este es un proceso delicado y por ello es nuestra obligación dar todos los detalles sobre el mismo.
Instituto de Cirugia Plástica y Estética Dr. Eugenio Lalinde, formado por un equipo de Cirujanos Plásticos, Ginecólogos, Ortodoncistas, Implantólogos dentales y especialistas en Estética Dental, te ayudará a conseguir tus objetivos estéticos y funcionales, y a hacer tu vida un poco mejor.
Me puse con otro cirujano implantes para las mamas, pero no me ha gustado el resultado y me gustaría probar una segunda operación, ¿qué riesgos hay?
Todas las operaciones entrañan riesgos. En tu caso deberíamos hacer una evaluación inicial del tipo de intervención al que te has sometido previamente y qué solución podemos ofrecerte para que en esta ocasión sí quedes satisfecha con los resultados. Es importante tener claras las ideas antes de volver realizar una segunda cirugía. Tras analizar tu caso particular podremos indicarte qué es lo más apropiado. Puedes llamarnos al teléfono 91 386 58 14.
Buenas tardes, ¿la recuperación de una mamoplastia secundaria es más larga?
Buenas tardes, no necesariamente. Todo dependerá de la complicación de la cirugía y del procedimiento que se desarrolle. El proceso de recuperación depende de muchos factores como la edad de la paciente y otros aspectos relativos por ejemplo a la calidad de su piel, sobre todo, para la cicatrización. En cualquier caso, lo más importante siempre es seguir nuestras indicaciones, cumplir con las revisiones y respetar la guía de cuidados que vayamos pautando.
¿Al ser una segunda intervención el tiempo de recuperación es mayor?
En toda intervención la recuperación está sujeta a diversos factores como las características individuales de cada persona. En el caso de una segunda operación influye mucho qué tipo de problema que se haya tenido que abordar. Los tiempos de postoperatorio dependen de estos factores, pero normalmente en una mamoplastia secundaria son similares a los de una primera intervención. No necesariamente se tiene que prolongar durante más tiempo.