Cuando un paciente se realiza una rinoplastia puede encontrarse con que o bien no está conforme con el resultado, o bien la intervención ha ocasionado alguna alteración. Entonces el paciente necesita volver a someterse a una segunda cirugía de nariz y para ello es necesario hacer lo que se conoce como una rinoplastia secundaria.
¿Qué es la rinoplastia secundaria?
En la rinoplastia secundaria tenemos que tratar narices que han sido operadas con anterioridad. En estas el resultado obtenido no ha sido el deseado porque se han producido alteraciones de la estructura anatómica que afectan negativamente el aspecto armónico. Así los defectos se tienen que corregir con una nueva cirugía.
Diagnóstico
Cuando valoramos un paciente ya operado que desea modificar su nariz o se queja de algún defecto consecuencia de la intervención anterior, lo primero que hacemos es solicitar su opinión. Esto nos proporciona una base para determinar la deformidad real y el objetivo estético del paciente.
Es importante una valoración del estado psicoemocional y de las expectativas que tiene de la intervención. Si la deformidad es real y las expectativas son razonables valoramos la posibilidad de corrección.
Habitualmente recurrimos a la simulación digital para señalar las alteraciones y explicar las modificaciones que creemos conveniente realizar.
¿Qué corrige la rinoplastia secundaria?
La rinoplastia secundaria corrige esos defectos ocasionados tras una primera intervención o rinoplastia primaria.
Estos problemas suelen deberse a un error diagnóstico y, por tanto, a la utilización de un procedimiento equivocado, a un error de técnica quirúrgica (falta de tratamiento, tratamiento insuficiente, excesivo o incorrecto) o a alteraciones individuales en la cicatrización de los tejidos.
Deformidades más frecuentes
Las deformidades más frecuentes de la rinoplastia secundaria son las siguientes:
Deformidades secundarias del dorso nasal
- Nariz en silla de montar: normalmente se produce por una resección excesiva de la giba cartilaginosa del dorso, aunque también puede ocurrir cuando se hunde dicha estructura en la cavidad nasal. También se presenta en traumatismos crónicos de la nariz con reabsorción del tabique y en la nariz de la cocaína
- Signo del hachazo: Consiste en la presencia de una depresión angulada en el área de transición osteocartilaginosa del dorso.
- Deformidad en V invertida: se trata de una alteración de la pirámide nasal que se originan por una resección excesiva de los cartílagos triangulares, o por una resección excesiva del dorso en narices especialmente anchas, incluso tras haber realizado correctamente las osteotomías.
- Nariz corta: cuando la distancia desde el ángulo nasofrontal hasta las cúpulas de la punta nasal está acortada.
- Desviación de la pirámide nasal: se origina por la persistencia de una desviación septal o por la movilización asimétrica o inadecuado posicionamiento de los fragmentos óseos.
- Ensanchamiento del dorso: la dehiscencia ósea ocasiona un aplanamiento y ensanchamiento de la arista o borde anterior del dorso.Línea de fractura evidente o escalón lateral: es la manifestación externa de una osteotomía excesivamente alta en el dorso.
- Transición ósteo-cartilaginosa evidente: se debe a la luxación de los cartílagos triangulares provocada por el raspado poco cuidadoso de la porción caudal de los huesos propios.
- Irregularidades: después de una rinoplastia no es infrecuente encontrarnos con irregularidades en la superficie del dorso nasal ocasionadas por restos o fragmentos de hueso o cartílago (espículas), por una cicatrización alterada del hueso (osteoma o callo óseo) o del tejido subcutáneo (fibromas y adherencias) o motivadas por la presencia de un cuerpo extraño (siliconomas, vaselinomas…).
- Dorso en arista: surge por las siguientes deficiencias quirúrgicas:resección excesiva del borde anterior de los cartílagos triangulares, resección o raspado exagerado de la porción ósea y deficiente resección de la arista anterior del septum.
Deformidades secundarias de la punta nasal
- Falta de proyección de la punta nasal: son aquellas que presentan una distancia entre los extremos de las alas nasales mayor que la de la longitud de la columela.
- Caída de la punta: la rotación inferior de la punta disminuye el ángulo nasolabial y puede llegar a provocar, en mayor o menor grado, dificultad respiratoria.
- Punta amorfa: es la afección más común en la rinoplastia secundaria. La punta nasal, originalmente puede presentar una forma cuadrada, bulbosa, bífida, etc. Aunque bien delimitada, sin embargo, tras una rinoplastia es posible que esta pierda su estructura característica y se convierta en una punta amorfa.
- Puntas amputadas: cuando hay una resección amplia del arco alar, fundamentalmente a expensas de las cúpulas y de los pilares mediales, se habla de narices amputadas.
- Deformidad en pico de loro: si existe una falta de adaptación de la piel al esqueleto subyacente se puede producir el efecto conocido como deformidad en pico de loro.
- Supratip: es el aumento de volumen en la zona de intersección entre la punta y el dorso y provoca, desde una pérdida de definición de la punta hasta una elevación deformante que se denomina nariz en pico de loro.
- Infratip: sería una alteración similar a la anterior provocada por el descenso o hundimiento entre la zona de intersección punta-dorso.
- Pinzamiento de la punta: se debe a la sección o excesiva resección de la porción cefálica de los cartílagos laterales inferiores, especialmente en la cúpula de los mismos.
- Depresiones alares: se llama así al efecto de colapso de los cartílagos alares mayores, tras una resección excesiva de los mismos, o bien por una retracción cutánea.
- Punta desviada: es muy frecuente que con la alteración anterior nos encontremos una desviación de la punta. Esta puede ser real – y su causa será un septum caudal desviado, una resección asimétrica de alares o una retracción de la cobertura cutánea -, o corresponderse con un efecto óptico por descenso de una de las paredes del dorso.
- Punta cuadrada: en algunas ocasiones el tratamiento de la punta puede haber sido insuficiente y necesitar de pequeños retoques para su completa resolución. La punta cuadrada se corresponde con un exceso de distancia entre los domus y suele estar motivada por unos cartílagos alares con alteraciones de la forma o como consecuencia de unos domus duros y rígidos.
- Punta de pinocho: el tratamiento del exceso de proyección de la punta requiere el acortamiento de una serie de soportes.
- Exceso cutáneo: en los pacientes de edad puede aparecer, después de una rinoplastia, un exceso cutáneo o arrugas que, en casos extremos, puede precisar una resección dejando una cicatriz horizontal poco visible en la parte superior del dorso.
- Visualización de defectos por piel muy fina: si, por el contrario, la piel es fina es más fácil visualizar los defectos de las estructuras de sostén y encontrar adherencias de la piel al hueso o al cartílago.
- Retracción de las narinas o del borde alar: es una muesca en el borde alar y suele surgir por la resección excesiva de los cartílagos laterales superiores o inferiores, de la piel del vestíbulo o por una deformidad de los mismos provocada por el apósito.
- Columela colgante: provoca una exposición exagerada y llamativa de la mucosa nasal y puede estar motivada por no tratar -o hacerlo de manera insuficiente- la excesiva convexidad de las crus medialis o el exceso de septum caudal.
- Retracción de la Columela: su origen suele estar en la resección excesiva o en una desviación no tratada del septum caudal, en la sección o resección de las crus medialis, o en la retracción cicatricial de la mucosa o de la piel de la columela.
Falta de tratamiento de la musculatura nasal
La persistencia o no tratamiento de la musculatura paranasal puede ser causa de la disminución o pérdida del ángulo frontonasal (músculo prócerus), de la inadecuada proyección de la punta (músculo nasalis y ligamento de Pitanguy), o de su escasa rotación (músculo depresor del septum).
Alteraciones y defectos de la cavidad nasal: alteraciones funcionales
Frecuentemente nos encontramos a pacientes sometidos con anterioridad a una rinoplastia que presentan mayor o menor grado de dificultad respiratoria. Lo más común es que esta se deba a la persistencia de una desviación septal, cuyo correcto tratamiento corregirá el problema.
La estenosis de la narina causada por la retracción de la cicatriz en la mucosa del vestíbulo es otra causa común de dificultad respiratoria.
Otro motivo de alteración funcional es el colapso de la válvula cartilaginosa provocado por la resección excesiva de los cartílagos triangulares, del septum o de piel vestibular.
¿Cómo se realiza una Rinoplastia secundaria?
En la rinoplastia secundaria la intervención no sigue los pasos de la rinoplastia convencional sino que se limitará a tratar aquellos defectos que alteran la normal anatomía de la nariz.
Por otro lado la rinoplastia secundaria requiere un conocimiento amplio tanto de la anatomía y fisiología normales como de los cambios anatómicos y alteraciones funcionales que puede acarrear una rinoplastia- Además, exige una correcta técnica operatoria y estar en posesión de los recursos suficientes de manera que podamos aplicar los diversos procedimientos para la corrección de cada deformidad.
Instituto de Cirugia Plástica y Estética Dr. Eugenio Lalinde, formado por un equipo de Cirujanos Plásticos, Ginecólogos, Ortodoncistas, Implantólogos dentales y especialistas en Estética Dental, te ayudará a conseguir tus objetivos estéticos y funcionales, y a hacer tu vida un poco mejor.
Tras la operación de nariz que me hice me ha quedado un poco ancha, ¿esto se puede corregir en una segunda cirugía?
Buenos días, sí, normalmente las rinoplastias secundarias son para abordar una nariz que se ha operado con anterioridad pero con cuyos resultados no nos hemos quedado satisfechos. También porque se hayan desencadenado alteraciones en la estructura anatómica y que influyen de forma negativa en la armonía del rostro. Este aspecto que planteas de forma específica se puede tratar en una segunda intervención, aunque sería necesario hacer un diagnóstico previo antes de tomar cualquier decisión.
Tengo 42 años y hace tiempo me hice una rinoplastia pero ahora vuelvo a estar incómoda con mi nariz, ¿podría operarme de nuevo?
Hola Noelia, en un principio sí, pero tendríamos que verte para evaluarte. La mayoría de las rinoplastias secundarias se realizan porque los pacientes no se encuentran a gusto con los resultados obtenidos en una primera intervención, y por ello se someten a una segunda cirugía. Es muy importante que en la primera consulta se indique el motivo de esta decisión, y tener claros los objetivos.
En el Instituto Dr. E. Lalinde empleamos la simulación digital por medio de un software diseñado para ello, que nos permite detallar las alteraciones y así poder explicar las distintas modificaciones que se pueden realizar y las opciones que hay para ello. Puedes contactarnos aquí: 91 386 58 14.
Mi punta está caída y no me gusta ¿se podría arreglar mi nariz?
Hola José Vicente, una de las alteraciones que permite corregir la rinoplastia es precisamente esta que nos planteas, es decir, presentar una punta caída. Es más, no sé si será este tu caso, pero en ocasiones este problema genera trastornos respiratorios que se pueden tratar de forma paralela. Por lo tanto, podríamos hacer un abordaje en ambos sentidos.
Para más información ponte en contacto aquí: 91 386 58 14.
Yo me hice una rinoplastia hace tres años, pero la punta sigue sin gustarme ¿me podría operar solo para tratar esto?
Buenos días Jorge, claro. Ha pasado el tiempo suficiente de recuperación tras tu primera intervención por lo que te podrías someter a una rinoplastia secundaria sin problemas. Ahora bien, es importante que tengas claros los objetivos que quieres alcanzar y la forma que deseas para tu nueva nariz. Nosotros como expertos en rinoplastia te podemos orientar una vez acudas a la consulta y realicemos una valoración personal de tu caso. Para ayudarte en tu decisión disponemos además de un simulador 3D que te permitirá hacerte una idea de cómo quedará tu rostro en su conjunto tras la rinoplastia. Puedes pedir una cita aquí: 91 386 58 14.