Cicatrices en el cuerpo

Cicatrices

El proceso de cicatrización es un mecanismo de índole fisiológica cuya finalidad es reparar los tejidos dañados. Desde un punto de vista médico, la cicatriz es el final de este proceso.

Su evolución es independiente de la causa que la ha ocasionado, generalmente un accidente o una cirugía. Es algo impredecible y está sujeta a diversos factores como la habilidad del cirujano, la capacidad de cada organismo para recuperarse o regenerar tejidos o los cuidados postoperatorios, entre otros.

Al finalizar el proceso, el aspecto de una cicatriz normal suele ser una línea blanca, indolora y casi imperceptible en la mayoría de los casos.

«Antes de proceder a un tratamiento quirúrgico de revisión de una cicatriz, es necesario esperar alrededor de un año o incluso año y medio. Después de ver su evolución el cirujano plástico determinará qué técnica es la que mejor se amolda en cada caso.»

 

 

 

Factores y cicatrices

¿Qué factores influyen?

Las variables que influyen en el proceso de cicatrización son de diversa índole. Las cicatrices pueden tener una apariencia distinta dependiendo del tamaño y la profundidad de la herida, el grosor y color de la piel, y la dirección o ubicación de la cicatriz.

Los factores genéticos son también importantes en el proceso de cicatrización o el tipo de sutura. Cuestiones como los cuidados que apliquemos a la cicatriz después de la operación, la edad o cómo responde en general cada cuerpo a la cicatrización, se han de tener en cuenta también.

La regeneración tisular varía de una persona a otra y depende también del riego sanguíneo de la zona. La apariencia final de una cicatriz va a estar determinada por numerosos elementos de índole personal.

Cuidados 

Después de la revisión de una cicatriz, es necesario una serie de cuidados especiales. No se debe fumar, ni tomar el sol para impedir una hiperpigmentación. Además, habrá que adoptar otra serie de medidas que nos indicará nuestro cirujano.

Cuidados para las cicatrices
Cicatrices y tabaco

Elementos perjudiciales

En el proceso de formación de las cicatrices hay una serie de elementos que pueden incidir de forma negativa. Si se infecta la herida por ejemplo o hay tensión en la cicatriz, la evolución de la misma puede verse afectada.

Del mismo modo, la carencia de vitaminas o proteínas también puede afectar al proceso. Sin embargo, uno de los hábitos más nocivos para el procedimiento de cicatrización es el tabaquismo.

Lo recomendable es dejar de fumar un mes y medio antes de la intervención y después de la misma estar al menos otro mes sin el hábito.

Del mismo modo, es relevante el fototipo de piel y determinadas enfermedades como la diabetes o la psoriasis.

Aspecto psicológico

La apariencia de la cicatriz es algo que está muy relacionado con cuestiones de carácter personal. Puede haber elementos emocionales detrás que provoquen cierto estrés en el paciente, y éstos siempre se han de tener en cuenta.

Cicatrices y estética

Cuándo abordar las cicatrices

La eliminación de una cicatriz es compleja. Los cirujanos plásticos pueden mejorar su apariencia a través de diversos procedimientos, pero no garantizan una eliminación plena sino una mejoría, que en muchos casos es suficiente para solucionar problemas de tipo psicológico.

La apariencia de una cicatriz mejora con el tiempo, y tiende a notarse menos con el paso de los días. Lo recomendable es esperar al menos un año o un poco más para proceder a una revisión y decidir si con un tratamiento puede mejorar.

Tratamientos

Existen distintas formas de abordar una cicatriz. Por ejemplo, se puede hacer menos evidente a través de la inyección de esteroides que alivian la tirantez o el picor. O incluso recurrir a tratamientos tópicos a base de pomadas, cremas, etc. Además, hay procedimientos estéticos para determinados casos.

Otra de las opciones son los procedimientos quirúrgicos conocidos como revisión de cicatrices. En estas situaciones se analiza el tipo de cicatriz y el cirujano plástico escoge la técnica más adecuada.

Revisión de cicatrices antes y después

Antes y después de cicatriz en la piel cara

Cicatrices opiniones

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Tipos de cicatrices y procedimientos

Cicatrices queloideas

Los queloides son cicatrices gruesas que se desarrollan alrededor de los límites de la incisión o la herida. Suelen ser rojas o más oscuras que el color de la piel que las rodea. Se producen porque el cuerpo continúa produciendo colágeno una vez que la herida se ha curado.

Principalmente suelen aparecer en tronco, lóbulos de orejas y hombro. Y son más comunes en  personas de piel oscura. La tendencia a desarrollar queloides disminuye con la edad.

Generalmente se tratan inyectando una medicación esteroidea directamente en el tejido cicatricial para reducir el enrojecimiento, el picor y la quemazón. En ocasiones, este procedimiento aplana la cicatriz.

Como los queloides suelen ser recurrentes, para prevenirlo se combina la remoción de la cicatriz con la inyección de esteroides u otras medidas. A veces es necesario llevar una prenda de presión o un apósito de silicona sobre la herida durante un año.

Cicatrices hipertróficas

Las cicatrices hipertróficas son similares a los queloides: gruesas, rojas y presentan una sobreelevación. Por lo general, mejoran espontáneamente aunque tras un largo periodo puede que sea necesario recurir a las inyecciones de esteroides.

La mejora quirúrgica es otra opción. Se extirpa la cicatriz y la incisión se cierra de modo que cicatrice de una forma menos visible.

Cicatrices faciales

Las cicatrices faciales se consideran un problema estético independientemente de su tipología. La técnica más utilizada es la resección y resutura de la misma.

Si la cicatriz está en una posición perpendicular respecto a los pliegues naturales de la piel, se reposiciona de modo que discurra paralelamente a estas líneas, y aquí será menos visible.

En otros casos las cicatrices faciales se abordan con dermoabrasión. Esta técnica consiste en la eliminación controlada de las capas superficiales de la piel con un rodillo adiamantado. Se consigue que la piel luzca más suave, pero no llega a eliminar del todo la cicatriz.

La anestesia empleada puede ser local o general, en función de la ubicación o extensión de la cicatriz.

Contracturas

En las quemaduras u otras heridas que implican la desaparición de mucha piel suele formarse una cicatriz que tira de los bordes de la piel en un proceso llamado contracción. Se origina así una contractura o brida que puede afectar a los músculos adyacentes y tendones, y restringir el movimiento normal de las articulaciones.

El proceso en estos casos, consiste en resecar la cicatriz y colocar un injerto de piel o colgajo. En ocasiones se usa una técnica llamada Z-plastia.

Igualmente, se emplea un método basado en la expansión tisular para conseguir más tejido y mejorar la contractura. Si la contractura es crónica o ha estado asentada durante un tiempo largo,  puede necesitar fisioterapia después de la cirugía para restaurar la función.

 

Z-Plastia

La Z-Plastia es una técnica quirúrgica que se emplea para reposicionar la cicatriz de forma que ésta se ubique en una posición más acorde con los pliegues naturales o líneas de relajación de la piel, de modo que sea menos evidente. También puede relajar la tensión de una contractura.

La cicatriz antigua se extirpa y se hacen nuevas incisiones a cada lado creando pequeños colgajos triangulares de piel. Estos colgajos son readaptados para cubrir la herida en un ángulo diferente, dando a la cicatriz un aspecto de Z. Después, la herida se cierra con suturas finas, que se retiran a los pocos días.

Con la Z-Plastia se consiguen cicatrices menos obvias, pero tampoco llegan a desaparecer del todo. Generalmente siempre queda una porción de la cicatriz fuera de las líneas de relajación.

Es una técnica que se puede realizar bajo anestesia local y que no suele necesitar de ingreso hospitalario.

Injertos de piel y cirugía de colgajos

Los injertos de piel y colgajo son técnicas más complejas. El injerto consiste en la transferencia de piel de una parte sana del cuerpo (área donante) para cubrir el área afectada. El injerto prende cuando se forman nuevos vasos sanguíneos desde el área que lo recibe.

Hay que tener en cuenta que todo injerto deja alguna cicatriz en las áreas donante y receptora. Se suele hacer con anestesia general y con ingreso.

La cirugía de colgajos consiste en trasladar la piel, grasa subyacente y sus vasos sanguíneos de una parte sana del cuerpo a la zona dañada. En algunos colgajos, el aporte sanguíneo permanece fijo a uno de los extremos de la zona donante. En otros, los vasos sanguíneos del colgajo se vuelven a suturar pero en esta ocasión a los vasos del sitio receptor mediante microcirugía vascular.

Los injertos de piel y la cirugía de colgajos mejoran la función de un área cicatricial. La piel transferida generalmente no tiene el mismo color que la piel de alrededor, lo que a veces no resulta tan satisfactorio.

En líneas generales, la cirugía de colgajos produce mejores resultados estéticos que los injertos de piel.

Factores que influyen en el proceso de cicatrización

Preguntas Frecuentes

¿Cuándo se suele terminar el proceso de cicatrización?

Depende de cada persona y de una serie de factores como la edad, el tipo de piel, la genética, etc. Normalmente se considera que este proceso concluye  al haber transcurrido al menos entre 12 y 18 meses, cuando la cicatriz ya ha madurado y se presenta blanca, sin hinchazón y suave.

¿Qué se puede hacer para mejorar una cicatriz?

Si fumamos, dejarlo es un paso fundamental porque este hábito incide negativamente en el proceso de cicatrización. Hay que evitar tomar el sol para impedir la pigmentación de la zona. Y, después, es vital seguir los cuidados que nos indique el cirujano plástico.

¿Qué tipo de anestesia se necesita en una revisión de cicatriz?

Depende de la técnica empleada y del tipo de cicatriz. Nuestro cirujano nos indicará si necesitamos anestesia local o general, y los días que deberemos permanecer ingresados. A veces hay que realizar más de una intervención.

¿Qué tratamientos hay?

Para tratar una cicatriz podemos recurrir a tratamientos tópicos, técnicas mínimamente invasivas como la dermoabrasión o también una revisión quirúrgica. Lo mejor es acudir a un cirujano plástico especializado en cicatrices como el Dr. Eugenio Lalinde, y que nos asesore sobre nuestro caso particular.

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