Planificación
La utilización de prótesis faciales se debe consensuar con el paciente. Hay una serie de factores que el médico analiza antes de definir si el afectado va a necesitar este nuevo elemento en su cuerpo.
Cuestiones como la edad, el tipo de lesión y si el paciente no es capaz de regenerar tejido son los que van a determinar esta decisión.
Procedimiento
El objetivo de las prótesis faciales es sustituir el elemento cercenado por uno que imite lo más fidedignamente al original que ya no se encuentra. Para ello el paciente deberá someterse a un proceso que implica la elaboración de la prótesis que sustituirá al miembro ya desaparecido.
Primero se realiza una impresión facial con un material específico para crear el molde. Ésta puede efectuarse sólo sobre la zona afectada y las adyacentes (impresiones parciales) o sobre todo el rostro (impresiones totales).
Durante este procedimiento se han de tener en cuenta las características faciales del individuo, respetar su contorno natural y surcos o arrugas, en el caso de tenerlos. Para ello se emplean distintos recursos, que además ayudan a disimular los bordes de la prótesis.
También se recurre a los simuladores 3D. A través de este método podremos determinar el aspecto definitivo del paciente y definir el moldeado de la prótesis.